jueves, 14 de mayo de 2009

ÁFRICA , EL CONTINENTE OLVIDADO


Bueno (suspiro), ya queda menos para acabar con esta pesadilla....

Hoy voy a hablar sobre el continente africano, algo que me parece muy lejano (rima y todo) aunque esté cerca de España y haya estado en él (que me enteré el otro día, por cierto).
África me parece un continente bastante retrasado, o eso es lo que me inculca la televisión. Con su hambre, guerras, tribus, escasez de comida y agua.... aunque los pocos documentales que he visto sobre África me ha parecido muy bonita. Porque, desde siempre, la riqueza material no siempre está ligada a la belleza terrenal.
Una cosa muy curiosa es que África es el continente originario nuestro, el lugar de nacimiento de nuestra especie, por así decirlo, pero parece que nos hemos olvidado de él, como el que abandona su pueblo de toda la vida por la gran ciudad, no vuelve más a él y, además, lo critica. Con África hacemos lo mismo, pero a parte de no visitarlo nunca (claro, quién va a visitar a cuatro indígenas en el desierto pudiendo visitar ciudades mucho más ´cool´como Milán, Nueva York, París...) y decir cosas malas sobre él, nos aprovechamos de sus recursos y de su población. Como el que se aprovecha de una madre sin darle ni si quiera una muestra de afecto.
No, no nos engañemos. África no está desarrollada porque nosotros no queremos que se así, no porque sea un país inferior.
Y si hay personas malas en el mundo, son los que se cargan el continente para su propio beneficio, no las pobres tribus que mueren por enfermedades que tienen cura, por la falta de comida que aquí tiramos y desperdiciamos y por la falta de agua que aquí usamos para darnos un refrescante chapuzón o un relajante baño.
¿Quienes son aquí los malos de la película?. El orden de los papeles está invertido. Es hora de darle la vuelta.

La autora: Natalia.

1 comentario:

Unknown dijo...

Bueno-bueno, ¿así que ya falta poco para acabar esta pesadilla? pues ayer no decías lo mismo cuando ibas con la bicicleta.

Espero que aprendieses que para darle la vuelta a la tortilla tenemos que empezar a cambiar nosotras mismas.

saludos.